Claridad o Pureza

La pureza del Espectro

La escala de claridad establecida por el Instituto Gemológico de América (GIA) es la referencia estándar utilizada en la industria, que va desde “Incluido” (I), donde las inclusiones son evidentes a simple vista, hasta “Sin Imperfecciones” (IF), lo que indica que el diamante está libre de defectos incluso bajo una lupa de 10 aumentos.

Las inclusiones pueden influir en la apariencia de un diamante, pero también cuentan la historia de su formación, haciendo que cada piedra sea única. Sin embargo, es esencial comprender que la mayoría de las inclusiones no comprometen la integridad estructural del diamante, a menos que sean extremadamente grandes o se encuentren en posiciones desfavorables.

En términos de valor, los diamantes con clasificaciones más altas de claridad son más raros y, por lo tanto, más valiosos. Sin embargo, muchos factores contribuyen a la belleza general de un diamante, y uno con menor claridad pero excelente corte y color puede exhibir un brillo y fuego impresionantes, superando a veces a diamantes con mayor claridad pero características inferiores en otros aspectos.

Al seleccionar un diamante, la claridad debe considerarse en conjunto con las otras “Cs” (Corte, Color y Quilate) para determinar la mejor combinación que se ajuste al presupuesto y preferencias personales. A menudo, las inclusiones son invisibles al ojo desnudo, lo que ofrece oportunidades para encontrar diamantes de excelente valor que parecen perfectos a simple vista, permitiendo que los compradores inviertan más en otras características deseables, como el tamaño o el corte.